En esta época la producción de productos de plástico creció considerablemente, y éstos se convirtieron en la respuesta al desarrollo del consumo de masas. Curver, participada en parte por el grupo DSM, decidió especializarse en esta rama.
Con la construcción en los Países Bajos de una nueva planta de producción, su actividad se extendió rápidamente desde la producción de cajas de plástico para alimentos al desarrollo de diversas soluciones de ordenación (cubos de basura, cestas para la ropa) y otros materiales de envasado para aplicaciones industriales.